Válvula de Asiento Angular

La Válvula de Asiento Angular es versátil y puede manejar varios tipos de medios, como aire comprimido, agua, aceite (siempre y cuando tenga una viscosidad de 5 0CST o menor) y vapor.

La Válvula de Asiento Angular está diseñada para funcionar eficientemente en un amplio rango de temperaturas, desde -10° hasta 180° C, sin riesgo de congelamiento.

La Válvula de Asiento Angular puede manejar una presión de trabajo de hasta 11 BAR, lo que la convierte en una opción duradera y resistente para una variedad de aplicaciones industriales.

La Válvula de Asiento Angular cuenta con un anillo de diafragma que se expande cuando se aplica presión, lo que permite que el aire salga por la abertura de la válvula. Para cerrar esta abertura y evitar la salida de aire una vez eliminada la presión, se utiliza una bola con resorte.

La Válvula de Asiento Angular es ampliamente utilizada en el proceso de compresión y bombeo de aire, así como en sistemas de aire acondicionado, calefacción y refrigeración debido a su capacidad para manejar con eficiencia distintos medios y presiones.

El funcionamiento de la válvula de asiento angular en un sistema neumático es bastante sencillo, pero altamente eficiente. A continuación, te explicamos el proceso básico:

Entrada de aire comprimido: El aire comprimido llega al sistema a través de la válvula, que está conectada a un compresor.
Accionamiento de la válvula: Cuando el sistema necesita regular el flujo de aire, el vástago de la válvula se mueve. Este vástago puede estar conectado a un actuador neumático o ser controlado electrónicamente dependiendo del sistema.
Desplazamiento del asiento: El asiento de la válvula se encuentra en una posición que regula el paso del aire. Cuando se aplica presión sobre el mecanismo, este asiento se mueve, permitiendo o impidiendo el paso del aire comprimido.
Cierre del paso de aire: Al eliminarse la presión, el asiento vuelve a su posición inicial, cerrando la válvula y bloqueando el flujo de aire o fluido.

Este proceso permite que los sistemas neumáticos mantengan la eficiencia y control que necesitan para realizar tareas específicas, como accionar maquinaria, controlar procesos de fabricación o activar sistemas de seguridad.